La belleza: un producto de la libertad creativa

La mejor chef de Suiza está convencida de que para tener ideas excelentes se necesita libertad para pensar en ellas y la oportunidad de desarrollarlas sin estar sometido a presiones.

En el mundo de la alta cocina, Tanja Grandits no se limita a crear platos excelentes, sino que ha desarrollado un estilo propio muy novedoso. Su poética forma de jugar con los sabores y los colores no deja de sorprender.

Ha conseguido casi todo lo que suele asociarse con el éxito en la escena culinaria suiza: Tanja Grandits, del restaurante «Stucki» de Basilea, ha sido nombrada tres veces «chef del año», tiene 19 puntos Gault Millau y 2 estrellas Michelin. Además, escribe libros de cocina que son un éxito de ventas, pero cree que nada de eso es tan importante como experimentar la alegría y la gratitud de sus comensales cada día. «Esa es la verdadera felicidad para mí», afirma. 

Tanja Grandits lleva al frente de «Stucki» desde 2008 y es embajadora de la marca V-ZUG desde hace más de diez años. En su trabajo siempre ha sido fundamental la libertad para diseñar su propio pequeño ecosistema de placer gastronómico, tal y como a ella le gusta. «Quiero poder decidir sobre cada flor del restaurante, el color del menú y el orden en que se sirven los platos, para que al final tengamos exactamente el ambiente que me había imaginado. Porque ser un buen anfitrión tiene muchas facetas. Cocinar es una de ellas, pero hay un montón de cosas más que creo que tienen que ser perfectas para que salir a comer se convierta en toda una experiencia», nos dice.

Unos 30 compañeros trabajan cada día con Tanja Grandits para lograr este objetivo. «No se pueden obtener resultados extraordinarios si no das más de lo normal. Se necesitan las mejores personas, los mejores ingredientes y los mejores aparatos»: estos son los factores de excelencia para ella. Para esta magnífica chef, la libertad no solo significa poder combinar sabores que nadie más mezcla, sino también crear un ambiente que le dé a ella y a sus compañeros un espacio para la libertad creativa y el desarrollo. 

«Asegurándome de que abordamos las cosas de la forma más relajada, fácil y positiva posible, creo las condiciones necesarias para obtener excelentes resultados», afirma Tanja Grandits. Nunca ha considerado la presión como una forma de mejorar el rendimiento. «No es buena para mí ni para los que me rodean», afirma con sinceridad. En cambio, en «Stucki» el ambiente es único: despreocupado, alegre, creativo y lleno de diversión.

«No se pueden obtener resultados extraordinarios si no das más de lo normal. Se necesitan las mejores personas, los mejores ingredientes y los mejores aparatos»: estos son los factores de excelencia para ella.

Esto no significa que el restaurante no sea capaz de satisfacer las más altas expectativas. Al contrario, cuenta con un equipo excepcional, con expertos en diversas disciplinas, algunos de los cuales figuran entre los mejores en lo que hacen. Pero su camino hacia la excelencia es el viaje de libertad creativa de Tanja Grandits.