Ha conseguido casi todo lo que suele asociarse con el éxito en la escena culinaria suiza: Tanja Grandits, del restaurante «Stucki» de Basilea, ha sido nombrada tres veces «chef del año», tiene 19 puntos Gault Millau y 2 estrellas Michelin. Además, escribe libros de cocina que son un éxito de ventas, pero cree que nada de eso es tan importante como experimentar la alegría y la gratitud de sus comensales cada día. «Esa es la verdadera felicidad para mí», afirma.
Tanja Grandits lleva al frente de «Stucki» desde 2008 y es embajadora de la marca V-ZUG desde hace más de diez años. En su trabajo siempre ha sido fundamental la libertad para diseñar su propio pequeño ecosistema de placer gastronómico, tal y como a ella le gusta. «Quiero poder decidir sobre cada flor del restaurante, el color del menú y el orden en que se sirven los platos, para que al final tengamos exactamente el ambiente que me había imaginado. Porque ser un buen anfitrión tiene muchas facetas. Cocinar es una de ellas, pero hay un montón de cosas más que creo que tienen que ser perfectas para que salir a comer se convierta en toda una experiencia», nos dice.