Señor Schroeder, después de trabajar en la automatización industrial y de edificios durante casi 14 años en una gran empresa alemana, ¿qué le trajo a Zug en 2021 para unirse a una empresa tradicional suiza?
En realidad, en aquel momento ya vivía en Zug mientras trabajaba para una empresa alemana, así que solo fue cuestión de trasladarme al otro lado de la calle. Lo que me trajo a V-ZUG fue el desafío de liderar su transformación digital. La oportunidad de poder darle forma al futuro de una empresa me atraía muchísimo.
¿Qué es lo que más le gusta de su cargo?
Me encanta la gran variedad de tecnología que usamos. V-ZUG tiene una cadena de valor muy extensa: empezamos con planchas brutas de metal, y al final de la línea tenemos un electrodoméstico completamente ensamblado. Lo gestionamos todo de manera interna: la ingeniería mecánica, electrónica, software y los procesos, junto con todo el ecosistema digital, desde IoT al desarrollo de aplicaciones. También empleamos numerosas herramientas de simulación. Esta envergadura tecnológica es la que hace que este cargo sea tan emocionante para mí.
Cuando llegó, V-ZUG ya estaba invirtiendo con fuerza en el sector digital. ¿En qué cuestiones se centró, particularmente?
Cierto, muchas iniciativas ya estaban en marcha cuando yo llegué. Al principio me centré en nuestros clientes: ¿cómo podría V-ZUG asistirles mejor en sus vidas cotidianas? Como un operador pequeño en este mercado, sentí que teníamos que diferenciarnos y que esa diferenciación siempre debe ser algo que los clientes tienen que reconocer. Nos concentramos en dos áreas principales. La primera fue nuestra aplicación V-ZUG para mejorar la experiencia de nuestros consumidores finales con los electrodomésticos. La segunda, una herramienta de diagnóstico para ayudar a nuestros clientes comerciales como, por ejemplo, los socios de servicio, los gestores inmobiliarios y de instalaciones.